
Corte del césped
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Corta con menos frecuencia. Tu césped crece más despacio en otoño, así que asegúrate de espaciar más las sesiones de corte.
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Sube la altura de corte de tu cortacésped y sigue la regla de 1/3: corta solo el tercio superior del césped cada vez. Esto ayuda a mantener el césped en un estado óptimo, ya que queda la superficie suficiente para convertir la luz solar en energía.
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Recoge los recortes y ponlos en el montón de compost. Un clima húmedo crea las condiciones ideales para que cualquier enfermedad se propague. Eliminar los recortes ayuda a mantener el césped aireado.
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No cortes el césped inmediatamente después de que haya llovido. Si la hierba está húmeda, es posible que el corte sea desigual, ya que el agua presiona las cuchillas hacia abajo. También puede propagar enfermedades y evitar que el flujo del aire llegue al suelo.
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No cortes nunca el césped durante una helada, ya que provocará en él una respuesta de choque.
Escarificación
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Escarificar el suelo con un rastrillo para mejorar el drenaje evitar el encharcamiento y estimula el crecimiento de las raíces del césped.
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Si hay moldes de gusanos, asegúrate de escarificar la tierra antes de cepillar y rastrillar. La escarificación ayuda a que el compost nutritivo creado por los moldes de gusanos penetre en el suelo.
Barrido
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Esparce los moldes de gusanos con una escoba. El suelo que crean los moldes de gusanos es más alcalino y contiene mayores cantidades de potasio, nitrógeno y fosfato que enriquecen el suelo.
Rastrillado
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Rastrilla el césped con un rastrillo de hojalata largo. Esto eliminará el musgo, las hojas y otra materia en descomposición que pueda haberse acumulado durante los meses de verano.
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Coloca los restos del rastrillado en el montón de compost. No te preocupes si al rastrillar parece que el césped tenga un aspecto menos frondoso durante un tiempo, se recuperará rápidamente y será mucho más saludable.
Siembra
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Rellena cualquier parche de tierra que haya quedado al descubierto para asegurarse de que el césped tenga una capa uniforme.
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Usa un rastrillo para aflojar la tierra, esparce la semilla del césped sobre la superficie, cúbrela con compost, luego riégala con una regadera con alcachofa para asegurarte de que el suelo queda bien hidratado y la semilla de hierba no se dispersa.
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Asegúrate de mantener esas zonas recién sembradas siempre húmedas para garantizar la germinación de las semillas.
Fertilización
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Echa abono para el césped o fertilizante orgánico después de que haya llovido. El suelo húmedo ayuda a garantizar que las raíces del césped absorban más nutrientes, contribuyendo a un crecimiento más robusto.
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En cualquier caso, es mejor regar el césped esparciendo abono/fertilizante para césped y así dirigir los gránulos hacia el suelo y lavar las hojas.