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Cultiva un césped del que sentirte orgulloso este verano. Desde la eliminación de la maleza hasta el corte, sigue nuestra guía experta sobre cómo mantener un césped saludable y mantenerlo denso y frondoso.
Abona a principios del verano para fortalecer el césped y que pueda soportar las condiciones más calurosas y secas que trae esta estación.
Para conseguir los mejores resultados, usa un fertilizante orgánico, ya que propiciará la salud del césped durante un período más largo.
Utiliza un aspersor o una regadera con cabezal después de la aplicación para ayudar a que el alimento llegue hasta las raíces.
Antes de aplicar el abono, comprueba siempre que el césped no tenga malas hierbas para no favorecer su propagación.
Usa un herbicida ecológico o retira las malas hierbas a mano. Un extractor de maleza resulta especialmente útil para arrancar las malas hierbas. La forma en V metálica contribuye a asegurar que las malas hierbas se arrancan con las raíces intactas.
Si te encuentras con parches pelados, es fácil rellenarlos con un rastrillo y algunas semillas de césped.
Cultiva el suelo pinchando la superficie con un rastrillo de mano. Esto permite que el aire, el agua y los nutrientes penetren para que las nuevas raíces puedan arraigar.
Añade un poco de compost para macetas a base de tierra y trabaja el suelo preparado.
Espolvorea una mezcla de semillas a base de raigrás enano para cubrir ligeramente la superficie
y usa el rastrillo para trabajar.
Aprieta la tierra y riega la zona con un cabezal de regadera para distribuir el agua de forma homogénea y uniforme.
Cubre con una red de alambre para proteger las semillas de las aves conforme arraiguen.
Prueba a recoger el agua de lluvia en recipientes: es un método ecológico y te garantiza que podrás hidratar el césped en caso de que se prohíba el uso de mangueras. El agua de lluvia también suele tener un nivel de pH más bajo, lo que resulta mejor para las plantas.
Riega siempre por la mañana para que el césped tenga tiempo de absorber la humedad antes de que se evapore con el sol del mediodía.
Evita regar por la noche, ya que esto puede provocar la aparición de hongos cuando el césped está húmedo.
No te preocupes si el césped se vuelve marrón. Rehidrátalo y el color volverá.
Lo mejor es elevar la altura de corte y cortar una vez por semana durante el verano.
Si se corta periódicamente, el césped dedica su energía de crecimiento a la generación de nuevos brotes, lo que da lugar a un césped más grueso.
Cortar solo el tercio superior de las hojas garantiza que la hierba mantenga una superficie suficiente para la fotosíntesis.
