
La primavera es un momento ideal para mejorar el césped, dado que crece mejor después del invierno, una vez que las temperaturas promedio vuelven a superar los 7 °C. También da tiempo suficiente para adoptar un enfoque "gradual": después de todo, cuidar del césped debería ser una actividad para disfrutar, no una tarea ardua.
#1: El primer corte
Cuando el clima comience a calentarse, da a tu césped su primer corte después del invierno. Asegúrate de cortar en ambas direcciones para pasar por todas las briznas de césped. Si tienes un cortabordes a mano, podrás dejar perfecto cualquier borde o sendero.
#2: Elimina las malas hierbas y el musgo
Desentierra las plantas perennes como el diente de león y el plántago con una azadilla o una pala de mano, y presta atención a la correhuela, que tiende a crecer a lo largo de los bordes. Si tienes un jardín más grande, un herbicida ecológico puede resultarte más efectivo.
Una vez eliminadas las malas hierbas, rastrilla el musgo y otros elementos no deseados. Esto ayudará a que pase suficiente aire entre el suelo y la atmósfera, algo esencial para un césped saludable. Si tu jardín es de mayor tamaño, puedes usar un escarificador eléctrico para abarcar más terreno y más rápidamente que con un rastrillo de mano.
#3: Airea el césped
Por lo general conocemos bien nuestros jardines y somos capaces de detectar dónde al césped le cuesta más crecer o dónde no se drena bien el exceso de agua. Cuida de estas partes del césped, aireando el suelo que esté compactado "pinchándolo" con un aireador.
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Clava el aireador en el suelo entre 10 y 15 cm
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Muévelo a los lados para aflojar la tierra aproximadamente un centímetro
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Desplázate hacia atrás mientras aireas el césped a intervalos regulares de 15 cm
#4: Nutrición y agua
Una vez que ya hayas entrado en un patrón de corte regular (alrededor de cada dos semanas en primavera), es importante nutrir el césped con regularidad.
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Deja que los recortes de césped se conviertan en mulching, un fertilizante natural repleto de valiosos nutrientes.
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Considera aplicar un fertilizante de césped de liberación lenta para darle un empujón adicional.
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Riega siempre después de la nutrición: si es posible, utiliza agua de lluvia almacenada.
#5: Repara las calvas en el césped
Presta atención a las calvas que el invierno haya dejado en el césped y repáralas poco después de haber alimentado a tu césped, eliminando primero las malas hierbas y sus raíces. Rompe ligeramente el suelo y dispersa las semillas; a continuación, cubre con redes las zonas reparadas para mantener a raya a las aves. Si no se pronostica lluvia, riega bien estas áreas y el conjunto del césped con manguera o aspersores.
#6: Espera a que crezca el césped nuevo
No cortes estas zonas hasta que el césped haya alcanzado unos 4 cm de altura. Los parches recién sembrados necesitan que sus raíces se reafirmen para asegurarse de que llegan al suelo. Hazlo cuidadosamente con los pies o utiliza una cortadora de césped con un rodillo, apagando primero el motor.
#7: Usar, reparar, repetir
A medida que el clima comienza a ser más cálido, es probable que pases más tiempo en el jardín y que tu césped siga necesitando atención.
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Corta y arregla los bordes con regularidad
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Airea el suelo con un rastrillo para césped en cualquier área que utilices con frecuencia para asegurarte de que el césped continúe creciendo sano.