
Cuidado de las flores
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Traslada las flores en macetas a un invernadero o cajonera fría. Usa un soporte de pie para mantener las macetas elevadas sobre el suelo. Esto reducirá el riesgo de daños por heladas, mejorará el drenaje y disuadirá a las babosas.
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Desentierra los bulbos de floración estival como las dalias y los gladiolos. Guárdalos en un lugar oscuro, fresco y ventilado hasta la primavera, cuando se puedan plantar de nuevo en el exterior. Si vives en un clima templado, los bulbos de verano se pueden dejar en el suelo, siempre y cuando los cubras con una capa de mantillo para que tengan una protección adicional.
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Infórmate sobre si algunas de tus flores se pueden guardar en el interior durante los meses de invierno. Los geranios, por ejemplo, pueden prosperar en el interior si se trasplantan a macetas con acceso a una gran cantidad de luz solar natural.
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Tan pronto como baje la temperatura, cubre las plantas y flores más vulnerables con vellón hortícola y tapa con una manta las cajoneras frías por la noche.
Poda
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Corta cualquier rama baja colgante o rebelde de los arbustos y los árboles de hoja caduca.
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Asegúrate de qué plantas se benefician de una poda en esta época del año. Por ejemplo, el otoño es el momento ideal para podar frambuesas, tejos, romero, lavanda y jara, pero las grosellas negras, las grosellas espinosas, las avellanas y los arces es mejor dejarlos hasta los meses de invierno, cuando haga más frío.
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Recorta las plantas perennes como la rudbeckia, el flox, el helenium y la lavanda. En la mayoría de los casos, recortar la parte superior ayudará a las plantas a producir brotes frescos en primavera. Sin embargo, cuando recortes lavanda, evita cortar los tallos leñosos, ya que esto puede impedir que rebrote.
Compostaje
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Proporciona una nutrición adicional para los meses de invierno esparciendo el compost existente sobre lechos de plantas, césped, macetas y en la base de árboles y arbustos.
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Crea nuevo compost recolectando esquejes, rastrillando hojas caídas y barriendo los desechos verdes.
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Añade todo ello al montón de compost para que se descomponga como preparación para el año siguiente.
Mantenimiento del cobertizo
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Recorta cualquier rama colgante que pueda dañar tu cobertizo durante las ventiscas o las grandes nevadas.
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Protege la madera del daño causado por el frío tratándola con dos capas de protector de madera exterior o pintura para madera exterior.
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Revisa si hay fugas en el tejado y repara cualquier agujero que encuentres.
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Lubrica y protege las bisagras de las puertas del óxido.