No hay nada más hermoso que la primavera, con su explosión de colores y aromas. Descubre cómo acoger a las abejas en tu jardín y contribuir a proteger la biodiversidad
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Las abejas, inteligentes, trabajadoras y respetuosas con el medio ambiente, son criaturas extraordinarias, capaces de guiarnos en un micromundo repleto de curiosidades increíbles. Por ejemplo: ¿Sabías que para fabricar 1 kg de miel las abejas emplean hasta tres millones de flores realizando un trayecto equivalente a darle la vuelta al planeta cuatro veces?
También poseen una inteligencia social poco frecuente en la naturaleza, que confiere a cada colmena su propio olor, lo que permite a las abejas de la comunidad reconocerse entre sí e identificar a los intrusos. Además, con sus cinco ojos, son capaces de ver a 360 grados, así como de distinguir formas, colores e incluso nuestros rostros.
Pero, sobre todo, las abejas son capaces de polinizar el 90% de las plantas silvestres y el 75% de los cultivos que alimentan a la humanidad.
Es por ello que las abejas son criaturas fundamentales para la biodiversidad, pero cada vez corren más peligro de extinción debido a la contaminación, la destrucción de los hábitats naturales y el uso indiscriminado de pesticidas. Por otra parte, todos podemos hacer algo por ayudar a estos pequeños, pero esenciales insectos: acogerlas en nuestro jardín.
A continuación te damos cinco sencillos consejos para dar la bienvenida a nuestro rincón verde a estas extraordinarias criaturas. Los pequeños gestos pueden marcar la diferencia en la salud del medio ambiente y de nuestras amigas las abejas.
Las abejas se sienten atraídas por las flores y se alimentan de su néctar y polen. Una idea podría ser recibirlas plantando flores que les gusten especialmente, como lavanda, salvia, hiedra o caléndula.
Cualquier flor vistosa y colorida es una solución excelente para recrear un jardín adecuado para las abejas.
Localiza una pequeña zona de tu jardín donde puedas plantar flores que atraigan a las abejas y deja que la hierba crezca más alta que el resto del césped. Para recrear un hábitat ideal para ellas, basta con no cortar esa zona con demasiada frecuencia, para que encuentren un refugio seguro y tener plantas como la salvia, la manzanilla, el romero, el eneldo, el tomillo o la malva, que son excelentes aromas naturales para tu jardín.
Puedes elegir distintas flores según la temporada, aquí tienes algunos consejos:
Primavera: cebollino, romero, diente de león, salvia y trébol;
Verano: borraja, lavanda, equinácea, caléndula y malva;
Otoño: alcachofa de Jerusalén, crisantemo e hiedra
Los pesticidas y los productos químicos pueden resultar perjudiciales para las abejas, por tanto limita su uso en el jardín, especialmente durante la temporada de floración.
A las abejas no les gusta el calor. Para ello, necesitan agua para mantener la humedad dentro de su colmena y para enfriarla durante los calurosos días de verano. Una manera eficaz de ayudar podría ser proporcionar a las abejas un suministro constante de agua, como una pequeña fuente o un cuenco que se rellene de forma periódica.
Compartir tus conocimientos sobre las abejas con amigos y familiares, en la medida de lo posible, puede ser una forma de dar a conocer su importancia y fomentar su protección. Promocionar las numerosas iniciativas y proyectos de protección de las abejas mediante donativos es otra forma de ayudar a todos los que trabajan cada día en primera línea por su defensa.
Acoger, proteger y cuidar a las abejas en tu jardín supone un pequeño gesto que contribuye a la salud del medio ambiente. Esperamos que estos consejos te hayan servido de inspiración para poner de tu parte en la protección de estas criaturas tan importantes para la biodiversidad.
